Día Ocho
Son las 12.05 de un viernes 4 de Mayo
Ya controlo esto, al menos ya sé cómo funciona.
Pronto podré salir de este escondite de las Tierras de Nadie – así es cómo estoy llamando al Mundo este, es nuevo para mí. – Ni siquiera había oído hablar de un mundo así, lo que me tranquiliza en parte.
El ambiente de este... "lugar" es como si respirases el mismo aire que expulsas.
Es agobiante y claustrofóbico,
lo que hace que aumente mi ansiedad y mi estado de alerta.
Es cómo vivir en un espacio tan pequeño como una lámina de un cristal.
Ya controlo esto, al menos ya sé cómo funciona.
Pronto podré salir de este escondite de las Tierras de Nadie – así es cómo estoy llamando al Mundo este, es nuevo para mí. – Ni siquiera había oído hablar de un mundo así, lo que me tranquiliza en parte.
El ambiente de este... "lugar" es como si respirases el mismo aire que expulsas.
Es agobiante y claustrofóbico,
lo que hace que aumente mi ansiedad y mi estado de alerta.
Es cómo vivir en un espacio tan pequeño como una lámina de un cristal.
Como os he dicho al principio, lo estoy controlando.
Por ahora abro pequeños agujeros.
Ni siquiera sé que son, pero es lo que parecen, agujeros.
Quizás sean agujeros negros
¡quién sabe!
Observo cosas diferentes en cada uno. En unos parecen simples agujeros negros.
En otros es difícil mirar por la claridad que desprenden. En unos pocos
he podido ver objetos.
No he metido ningún miembro de mi cuerpo, únicamente me he atrevido a echar saliva, - sí, es asqueroso - Se desvanecen al pasar, me aterra entrar un dedo y que pase lo mismo.
Quizás entre algún meñique del pie, total,
no sirven para nada.
Comentarios
Publicar un comentario
gracias por comentar,
un abrazo.